
Reciclaje de residuos textiles post-industriales y post-consumo
Los textiles, es decir, fibras naturales o químicas que se procesan en estructuras planas, lineales o tridimensionales, se pueden encontrar en una amplia variedad de áreas de nuestra vida diaria: ropa, deportes y ocio, construcción, ingeniería automotriz, hogar, arquitectura.
Los textiles de ropa, en particular, juegan un papel importante en la sociedad. Con el fin de satisfacer a los clientes de la mejor manera posible, hoy en día las prendas se ofrecen en diferentes diseños, funciones, colores, formas, tamaños y en una amplia gama de precios. Para la industria textil, esto significa tener que desarrollar constantemente nuevos productos que cumplan con los requisitos del cliente.
Más de la mitad de los textiles producidos en todo el mundo, es decir, alrededor de 55 millones de toneladas, son fibras de poliéster, que es un material termoplástico sintético. Las opciones al final de su vida útil no son el centro de atención en este momento, lo que hace que el reciclaje efectivo y eficiente y la gestión de residuos textiles sea un gran desafío.
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Montañas de residuos textiles
En 2018, la cantidad de residuos de textiles en la UE superó los 2 millones de toneladas y en España casi 340.000 toneladas (Eurostat). Debido a la creciente conciencia ambiental y legal de los consumidores, la reciclabilidad de los desechos y textiles viejos también jugará un papel importante en la industria textil en el futuro. A ello también contribuyen las condiciones del marco legal, por ejemplo, según la Directiva Marco Europea de Residuos, los residuos textiles deben recogerse por separado a partir del 1 de enero de 2025.
Además, la UE anunció el desarrollo de una estrategia integral para textiles, que incluye medidas para estimular el mercado de materiales sostenibles y reciclables. Las medidas ya implementadas incluyen la reventa de textiles de segunda mano o el downcycling, es decir, reciclar en productos de menor valor, como trapos de limpieza.
Sin embargo, en un momento determinado, los artículos textiles ya no se pueden revender ni reciclar y se eliminan como residuos. Actualmente, la mayoría de los desechos textiles se incineran o se depositan en vertederos, ya que no existe una solución de reciclaje industrial tecnológicamente factible que pueda manejar una cantidad tan grande de material de desecho. A nivel mundial, solo el 1 % de los residuos textiles de la industria de la confección se somete a un ciclo cerrado de reciclaje, es decir, se utiliza para fabricar ropa nueva.
Diseño de reciclaje textil
La empresa Texlimca, expertos en circularidad textil, afirman que el reciclaje efectivo y eficiente de los textiles daría como resultado una gran cantidad de material reciclado, lo que significaría menos materiales nuevos y, por lo tanto, se tendrían que usar menos materias primas y se podría reducir el impacto ambiental de los desechos textiles. Un ciclo de reciclaje cerrado requiere el llamado reciclaje de fibra a fibra, mientras que un ciclo de reciclaje abierto permite que los reciclados se utilicen en otras aplicaciones, como piezas moldeadas por inyección.
Se requiere un enfoque global y holístico, que involucre una estrecha colaboración entre el gobierno, la industria y la academia para optimizar la cadena de valor existente y el diseño sostenible de productos, sistemas universales de recolección y clasificación para desechos textiles posindustriales y posconsumo, y la desarrollo e implementación de tecnologías innovadoras de reciclaje.
En particular, se debe considerar la reciclabilidad de los textiles antes de fabricar los tejidos y las prendas. En consecuencia, el diseño de moda debe pensarse no solo considerando las necesidades y deseos de los consumidores, sino también los requisitos para un reciclaje exitoso, “diseño para reciclar”.
Además, la industria textil genera una gran cantidad de residuos textiles posindustriales derivados de la fabricación de hilados, especialmente de los sintéticos, así como de la producción y fabricación de tejidos y prendas de vestir elaborados con ellos. Éstos no siempre se pueden reciclar en el sitio por razones climáticas y económicas, razón por la cual la producción de diferentes componentes y productos semielaborados se lleva a cabo en diferentes regiones. Sin embargo, si los sistemas regionales de recogida y reciclaje no son adecuados para el tratamiento de residuos textiles, los altos costes de transporte hacen que el reciclaje no sea económico.
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